Los temores se acrecentaban a medida que la noticia circulaba. Muchos se atrevieron a fantasear con un «Ever Given criollo». Algunos medios titulaban haciendo comparaciones con lo sucedido en el canal de Suez. Como sea, el hecho tuvo en vilo a varios interesados en que la ruta fluvial se libere cuanto antes. ¿Qué había sucedido? El buque de bandera noruega «Hoegh Esperanza» quedó varado en el canal Punto Indio, en la zona del Codillo, punto fundamental para la navegación del Río de la Plata. Eso no hizo más que bloquear el paso de muchísimas naves.
La situación se inició la noche del jueves 29 y concluyó cerca de las 20 horas del viernes. En ese momento, con ayuda de remolcadores y la marea creciente, la inmensa embarcación logró ser puesta a flote y así se normalizaron las operaciones fluviales.
El buque posee casi 300 metros de eslora (largo) y 46 de manga (ancho), y es una embarcación que podía implicar un riesgo para el tráfico fluvial por su particular carga: importantes cantidades de gas metano. Por suerte, todo fue resuelto con rapidez y sin lamentar daños. De todos modos generó la incertidumbre lógica que quedó instalada en el comercio internacional después del episodio protagonizado por el Ever Given.
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