7/10/2025

Cherry 2025/26: el año récord de exportación que exige una logística sin margen de error

Con más de 730.000 toneladas proyectadas y un calendario comprimido entre octubre y diciembre, la temporada alta de cereza chilena plantea desafíos logísticos crecientes. En esta nota, exploramos los principales riesgos del transporte frutícola y cómo mitigarlos con coberturas a medida y una estrategia integrada de seguro + logística.

El boom de la cereza chilena

La industria frutícola chilena se prepara para una temporada récord de exportación de cerezas. Con más de 80.000 hectáreas productivas y una estimación de 730.000 toneladas métricas de producción, el ciclo 2025/26 promete consolidar a Chile como líder mundial del sector. China se mantiene como destino principal, con más del 90 % del volumen. 

La ventana logística se extiende desde la semana 40 hasta la 52, con un pico de actividad en la semana 48, y un arrastre operativo en las primeras 8 semanas de 2026 debido a la exportación de arándanos. Al momento de publicación de esta nota, estamos transitando la semana 41, con los primeros embarques en marcha y el mercado internacional en alerta máxima. 

Este crecimiento acelerado implica también una mayor presión sobre la cadena logística: disponibilidad de contenedores refrigerados, congestión portuaria, coordinación de embarques y cumplimiento de plazos críticos. Cualquier falla puede traducirse en pérdidas millonarias. 

Temporada alta, riesgos más altos: ¿qué puede salir mal? 

El aumento exponencial de carga frutícola en tan corto tiempo genera una tensión inusual sobre cada eslabón logístico. Estos son algunos de los escenarios que enfrentan las empresas exportadoras: 

  • Saturación portuaria: embarques en espera o redireccionamientos forzados por falta de espacio. Resultado: demoras, pérdida de frescura, penalidades contractuales. 
  • Escasez de contenedores refrigerados: limitaciones de disponibilidad que obligan a embarcar en condiciones no ideales. Resultado: descomposición, choques térmicos, rechazo en destino. 
  • Alta rotación de personal y turnos extensos: mayor posibilidad de errores en la manipulación. Resultado: golpes, roturas, condensación. 
  • Itinerarios reprogramados o suspendidos: cambios de última hora en la ruta. Resultado: sobrecostos, mayor tránsito, vencimiento de ventanas de entrega. 
  • Falta de visibilidad en la cadena: ausencia de monitoreo activo o alertas. Resultado: pérdida de reacción frente a desvíos o siniestros. 

En conjunto, estos factores pueden comprometer la integridad de la carga, afectar la reputación de la empresa y generar pérdidas económicas significativas si no se cuenta con una cobertura adecuada y un respaldo logístico a la altura. 

Un caso real que marcó la temporada: Maersk Saltoro y la crisis logística de la cereza chilena

El 27 de diciembre de 2024 zarpó desde el puerto de San Antonio el buque Maersk Saltoro, parte del servicio Cherry Express, transportando más de 1.350 contenedores de cerezas, arándanos y otras frutas frescas con destino a China para abastecer el mercado del Año Nuevo Chino. El 13 de enero de 2025, la embarcación sufrió una falla mecánica en alta mar —dentro de la zona económica exclusiva de Micronesia— y quedó a la deriva durante varias semanas. Cuando finalmente llegó a Nansha, China, lo hizo con un retraso de 52 días. 

A pesar de haberse mantenido la cadena de frío, las autoridades aduaneras chinas determinaron que la fruta no era apta para su comercialización y ordenaron su destrucción. El siniestro afectó a más de 95 exportadoras chilenas, entre ellas Lo Garces, Copefrut, Dole y Geofrut, con pérdidas estimadas en USD 120 millones. 

En paralelo, la naviera presentó una solicitud ante el Juzgado Civil de Valparaíso para limitar su responsabilidad legal a un fondo de USD 16,4 millones, lo que generó controversia entre los afectados. Asociaciones como la SNA y Fedefruta cuestionaron la transparencia en los protocolos de mantenimiento del buque y la falta de respuesta oportuna por parte de la naviera. 

El caso sigue en curso y evidencia la importancia crítica de contar con seguros adecuados para cargas perecederas, que contemplen cláusulas por demoras, pérdida total y deterioro de mercadería. Aquellos exportadores que no contaban con coberturas amplias enfrentaron pérdidas totales y un prolongado proceso de litigio. Esta situación también dejó en evidencia la fragilidad del modelo de concentración de mercados, la necesidad de diversificar destinos y, sobre todo, la urgencia de planificar una logística con respaldo real.

¿Cómo evitar pérdidas en una temporada de alto riesgo? La solución integral de Hanseatica

Ante este contexto desafiante, Hanseatica se posiciona como un socio estratégico para exportadores, operadores logísticos y productores que buscan proteger su operación de punta a punta. Nuestra propuesta no se limita a una póliza: es una solución aseguradora integral diseñada para anticiparse a los imprevistos y respaldar cada tramo del viaje. 

En Hanseatica, diseñamos nuestro Seguro de Transporte de Mercancías pensando en cada punto vulnerable de la operación exportadora.

Porque entendemos que no alcanza con “tener un seguro”: lo que hace la diferencia es contar con una cobertura construida desde el conocimiento del negocio frutícola, las exigencias logísticas internacionales y los riesgos reales que pueden afectar tu carga en cada tramo del trayecto. Estas son algunas de las protecciones que incluye nuestra propuesta: 

  • Cobertura Todo Riesgo: aplica a todos los tramos (terrestre, marítimo, aéreo y multimodal), con protección integral desde packing house hasta destino final. 
  • Accidente del vehículo: choque, vuelco, desbarrancamiento y/o descarrilamiento del vehículo transportador, incendio, explosión, derrumbe, caída de árboles o postes, etc.; así como también eventos climáticos severos (rayo, huracán, ciclón, tornado, inundación, aluvión o alud). 
  • Avería gruesa: pérdida o daño que se sufre durante un transporte marítimo. 
  • Hundimiento o zozobra del buque o embarcación, varadura, encalladura, echazón o barrido por las olas. 
  • Robo 
  • Hurto 
  • Daños en carga y descarga 
  • Stock Throughput: opcional para asegurar también etapas de almacenaje y distribución local. 
  • Falta de entrega de bulto entero 
  • Desaparición de mercadería 
  • Paralización del equipo frigorífico 
  • Vandalismo o hechos maliciosos 
  • Exención al transportista terrestre
  • Además nuestros clientes cuentan con asistencia legal y técnica permanente ante incidentes.

En resumen, la próxima temporada Cherry 2025/26 representa una oportunidad histórica para los exportadores chilenos, pero también un escenario de alto riesgo operativo. Contar con una póliza especializada, adaptada a la estacionalidad y respaldada por una estrategia logística de primer nivel puede marcar la diferencia entre el éxito y la pérdida. 

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